James

Empezando el relato casi por el final vemos que James, veteranos de la escena alternativa británica, demostraron en su antepenúltimo disco, “Le Petite Mort” (2014), que no solo volvían a estar en plena forma sino que se negaban a sentarse y ver la vida (musical) pasar. Un álbum que era el décimo tercero, y el primero que sacaban en seis años, con el que relanzaron una larga carrera, iniciada en 1981 y que dos años más tarde puso su primer huevo discográfico, el EP “Jimone”. Cuando pusieron el segundo Morrissey ya se había declarado fan confeso y los pidió como teloneros. No solo eso, podría decirse que James inauguraron la etiqueta de “los próximos The Smiths”. Con la llegada del acid house se marcaron su hit rompedor, un “Sit Down” muy suelto y adaptado a aquellos tiempos y que les convirtió en superestrellas del momento (número 2 en listas británicas, un fijo en las emisoras de rock moderno de USA, país donde abrieron para Neil Young) y a partir de ahí llevaron su folk-pop placentero hacia una época más experimental. Esta culminó en una colaboración con Brian Eno, el disco de 1993 “Laid”, el de mayor éxito suyo en Estados Unidos. Se parecían mucho a una institución y en ese pedastal se han mantenido, más instalados en la facción de los grupos punteros de culto que en la del seguimiento masivo. Tras una crisis entre 2001 y 2007, y cuando parecía que todo se había acabado, volvieron en 2008 con “Hey Ma”, con un sonido revitalizado y más conectado a su “zeitgeist”. Desde entonces, y “Le Petite Mort”, como decíamos al principio del texto, es su penúltima prueba, no lo han abandonado. Sobre esa huella fresca volvieron a pisar en marzo de 2016 con "Girl At The End Of The World", decimocuarto álbum de su trayectoria, en el que, como se indicó en la reseña de "Q", "es sorprendente lo aventureros y relevantes que hoy suenan". Finalmente, su último trabajo hasta la fecha es el LP "Living In Extraordinary Times" (2018), que alcanzó el número 6 en las listas británicas.