The Wave Pictures empezaron su carrera en 1998. Desde entonces el trío británico no ha parado: al frenético ritmo de su agenda de conciertos suman una estajanovista producción discográfica, que avanza a razón de casi un álbum por año. Ejemplo: “Great Big Flamingo Burning Moon”, que salió en febrero de 2015, fue ya su decimotercer LP oficial (sin olvidar que además han ido dando salida a gran cantidad de singles, EPs, rarezas y material oficioso). Pero es que en febrero de 2016 ya cayó el decimocuarto álbum, “A Season In Hull” -que grabaron con un solo micrófono y nada más publicaron en vinilo-, y en noviembre de ese año su sucesor, “Bamboo Diner In The Rain”. En junio de 2018 volvieron a la carga con otro LP, “Brushes With Happiness”, y aquel noviembre cayó también “Look Inside Your Heart”. La pandemia les ha hecho frenar el ritmo, aunque para mayo de 2022 ya tenían listo su regreso con el disco “When The Purple Emperor Spreads His Wings”. Y ese mismo año, en noviembre, llegó el EP “French Cricket”.
Asaltan el escenario con la guitarra y la voz de David Tattersall al frente y en la retaguardia, el bajo de Franic Rozycki y la batería de Jonny Helm-, jugando a lo que Modern Lovers hicieron en su día -y luego Herman Dune o Hefner-, solo que ellos lo ejecutan como si Rory Gallagher fuera su guitarra solista. Con la etiqueta del pop-rock lo-fi como afable sambenito, nunca reniegan de la máxima que coloca la actitud por delante de la técnica y andan siempre vacunados contra la moda. Pasan los años y siguen siendo los mismos gamberros socarrones, solo que sonando cada vez más clásicos a la par que atrevidos.