Mac McCaughan, uno de los grandes y definitivos iconos del indie rock estadounidense. Cofundador y copropietario desde 1989 del crucial sello Merge, uno de los que publica en Estados Unidos muchos de los discos del “who is who” del indie (y el que puso en órbita a Arcade Fire, por ejemplo) y además líder, también desde el citado año, de Superchunk. Y desde principios de los 90, de Portastatic, nombre bajo el que ha ido disfrazando álbumes en solitario. Con Superchunk, tan imitados como respetados, de los que lucen estatus de leyenda dentro de su mundo, obtuvieron un más que notable éxito con sus primeros trabajos en pleno auge del Planeta Alternativo, y les llovieron ofertas de sellos multinacionales potentes, a lo que respondieron manteniéndose fieles a Merge. Como Portastatic, Mac ha ido disimulando lo que solo se ha atrevido a hacer ahora, en 2015: firmar un disco con su nombre real. “Non-Believers” es el título de ese nuevo trabajo y en él ofrece una imagen más frágil de su faceta de compositor. Siguen presentes en sus diez cortes esos estribillos tan enganchosos y adictivos, marca de la casa, pero ahora con un toque que transmite, a la vez, más elegancia y menos seguridad, como si, irónicamente, cuando ya tiene 48 años, quisiera sonar más joven e inocente.