The Waterboys nacieron en 1981 (en Londres), que se dice pronto, y dos años después cuando publicaron su homónimo debut discográfico. Qué decir de un grupo que en aquel entonces se veía influenciado por Simple Minds y The Alarm y que en la actualidad aún sigue no solo vivo, sino marcando con su estilo a nombres punteros del presente (Colin Meloy, de The Decemberists, sin ir más lejos). Han atravesado el tiempo, siempre con Mike Scott como santo y seña. El escocés y sus inspiraciones (la literatura y la filosofía, el empuje de lo espiritual, la imagen del mar) han dejado por el camino discos clásicos del rock europeo -”This Is The Sea” (1985), “Fisherman's Blues” (1988), “Room To Room” (1990); estos dos últimos, claves en la recuperación para el gusto popular del folk irlandés- y canciones tan imperecederas como “The Whole Of The Moon”, un tema nacido como tributo al escritor C S. Lewis. Y es precisamente la admiración de Scott por otro de sus ídolos literarios, el poeta W. B. Yeats, la que lo le llevó a confeccionar “An Appointment With Mr. Yeats” (2011). No es un trabajo de recitados y spoken word, sino de canciones de rock'n''roll, de pop psicodélico y de sonido roots, y en él no se trata a Yeats como si fuera una pieza de museo, sino que se conecta al histórico bardo con el alma de sus versos.
No ha de extrañar, pues, que cumplidos treinta y ocho años de sus primeros pasos The Waterboys sigan siendo cualquier cosa menos una pieza de museo. Lo corroboraron con “Modern Blues” (2015), que añadió soul sureño a su cóctel de rock clásico y puso sobre el tapete que Scott es, tal vez, lo más parecido a Neil Young que existe en la escena británica. Un disco cuyo sonido no sugiere una obsesión polvorienta por el pasado. Tampoco la sugiere su penúltimo paso discográfico, el doble LP “Out Of All This Blue”, publicado en septiembre de 2017. Una obra que contiene veintitrés canciones donde se recorren todos los ángulos de su música, la de ayer y la de ahora, sin caer ni en trampas retro ni en liftings excesivos, sino llevándolas a un nuevo territorio mediante refrescantes tratamientos musicales. Un caleidoscopio que da como resultado una de las más brillantemente osadas y conseguidas reinvenciones de su trayectoria. En mayo de 2019 salió “Where The Action Is”, su 13º disco de estudio. Ecléctico y conduciendo al oyente por diferentes direcciones de forma tan exitosa que en The Skinny lo calificaron como “su mejor obra en años” y en Gilde Magazine como “música que suena como la esencia que lo que su líder quería decir, cómo lo quería y cómo quería que sonase”. Continuaban en estado de gracia -y prolíficos- y en agosto de 2020 lo corroboraron con otra entrega, el LP "Good Luck, Seeker". Mientras tanto, en diciembre de 2021 sacaron el recopilatorio “The Magnificient Seven: The Waterboys' Fisherman's Blues/Room To Roam Band, 1989-1990”, de 5 CDs y 1 DVD que recoge el muy fructífero período creativo de aquel año y medio, cuando produjeron los dos emblemáticos discos que le dan título. Y finalmente, en mayo de 2022, vio la luz su decimoquinto disco de estudio, "All Souls Hill".