Nacido como grupo en Londres en 2012, sus tres fundadores (la cantante galesa Poppy Jones y los franceses Killian Saubusse, batería, y Virgile Rozand, guitarra) pasaron de tocar sus himnos de folk-pop por las calles (las londinenses y las de otras ciudades) a estar teloneando un par de años más tarde a James Blunt en su gira mundial cuando está pasó por el Reino Unido. De repente tenían miles de espectadores cada noche. Fue aquel año, 2014, cuando en diciembre lanzaron su hit “England Skies”, que llegó al # 27 en las listas españolas (también triunfó en las francesas). Un tema que acumula ya más de cien millones de streamings (solo en la plataforma Spotify lleva casi cincuenta millones de escuchas). Como escribieron sobre ellos entonces en la web Bitter Sweet Symphonies, “el folk-pop no ha sonado más dulce ni más vivo que en la ráfaga emocional de Shake Shake Go. Sus tonos enérgicos y pastorales y su narración directa calentarán incluso los corazones más fríos y los dejarán asombrados”.
Poco después llegó su homónimo EP de debut y en 2016 lo hizo su primer larga duración, “All In Time”. Desde entonces han sacado otro EP, “Dinosaur” (2018), y dos álbumes más, “Homesick” (2018) y el flamante “Double Vision” (2023), que ha sido en buena parte compuesto en España. Canciones catárticas estas nuevas suyas, con las que reivindican su independencia artística, profundas y energéticas algunas (las que han creardo en el Reino Unido), más soleadas y refinadas otras (las hechas en España). Su naturaleza dual. Pop autobiográfico con mensaje de empoderamiento. Por fuera y por dentro. Con hambre de presente.