The High Llamas

Bajo la dirección del multiinstrumentista, cantante, compositor y arreglista Sean O'Hagan, la banda angloirlandesa de avant-pop The High Llamas, una referencia clásica del indie europeo más sibarita, ha desarrollado una huella sonora muy específica: melodías barrocas de la década de los sesenta, cuerdas orquestales amplias y sintetizadores antiguos con un eco cálido, todo mezclado en suaves armonías. Con ese enfoque de salida (se crearon en 1991 en Londres) ayudaron a definir el sonido indie de los noventa y se convirtieron en un espejo para muchos artistas en las décadas siguientes. Su música ha sido comparada habitualmente con la de The Beach Boys (influencia que reconocen), aunque más prominente es todavía la sombra (o mejor sería decir la luz) que proyectan en sus composiciones la bossa nova y las bandas sonoras de películas europeas (como las de Ennio Morricone).

Fueron publicando álbumes en torno al soft rock a lo Steely Dan –“Gideon Gaye” (1994)-, los arreglos circulares – “Hawaii” (1996)- y música alucinante y fácil de escuchar –“Cold And Bouncy” (1998)-, pero nunca se alejaron mucho del modelo idiosincrásico original de O'Hagan. En discos posteriores O'Hagan fue dando algunos saltos estilísticos, como “Beet, Maize & Corn” (2003), en su mayoría acústico, y “Here Come The Rattling Trees” (2016), además de iniciar una carrera en solitario cuyo segundo y último lanzamiento hasta la fecha es “Radum Calls, Radum Calls” (2019). Pero cuando parecía que The High Llamas habían quedado en parada técnica, este 2024 el grupo ha regresado con “Hey Panda” en 2024, una grabación inesperadamente influenciada por sonidos pop y R&B, ubicándose en el presente con un álbum fascinante en el que colaboran, entre otros, Fryars, Will Oldham y Rae Morris.