Alabama Shakes

Cuarteto de rock'n'soul de Athens (Alabama) -pero sexteto en directo, con la incorporación de dos teclistas adicionales- capitaneado por Brittany Howard, vocalista epatante, de las que concentra la atención con un susurro, algo que hace con el mismo temple hipnótico con que grita las verdades cual Janis Joplin rediviva. Ambas cosas, el susurro y la subida del volumen, sabe condensarlas en el mismo medio minuto de la misma canción. Así pasaba en algunas de su debut largo, “Boys & Girls” (2012). Antes, con solo un EP homónimo de cuatro temas, de septiembre de 2011, habían levantado la liebre, esa que luego echó a correr con sus directos, de división de honor. Las primeras consecuencias de eso: mejor nueva banda de 2011 para 'Paste', portadas como la de 'American Songwriter', un 7” compartido con su fan Jack White (The White Stripes)... Un tren sin frenos con la caldera echando humo mientras fundía en solo uno los fantasmas de Carl Perkins y James Brown. Segundas consecuencias: tres nominaciones (Mejor Nuevo Artista, Mejor Interpretación Rock, Mejor Empaquetado) en los Grammy de 2013. Tras eso, freno, reclusión en el estudio durante casi un año y segundo mazazo, "Sound & Colour" (2015), que debutó en el número 1 del Billboard estadounidense, mientras que su primer single, "Don't Wanna Fight", llegó al número 2 en las listas de canciones alternativas adultas. Establecidos y reconocidos, sin renegar de su estilo previo -esa mezcla entre la música de Muscle Shoals y nombres como Led Zeppelin o incluso David Bowie-, pero abriéndole nuevas ventanas, como la del shoegaze y los ecos de MC5. El resultado: tres premios en la edición de los Grammy de 2016. Concretamente, tres de los galardones más apreciados, el de Mejor Interpretación Rock, el de Mejor Álbum de Música Alternativa y Mejor Canción Rock (por “Don't Wanna Fight”). En 2018 ganaron un nuevo Grammy, en la categoría de Mejor Interpretación de Raíz Americana por el tema "Killer Diller Blues" (incluido en el documental "The American Epic Sessions").