Los australianos Sticky Fingers han pasado al mes de julio los conciertos que tenían programados para este mes de enero en Barcelona y Madrid. De tal manera que las fechas definitivas de ambos son la del 12 de julio en Barcelona (Razzmatazz 1) y la del 13 del mismo mes en Madrid (La Riviera). Las entradas ya adquiridas para las dos actuaciones -que hace semanas que están sold out- siguen siendo válidas. En ambos conciertos presentarán su último disco, “Lekkerboy”, su quinto LP de estudio, publicado en abril de 2022.
“Lekkerboy” es el reflejo perfecto del viaje que Sticky Fingers ha realizado hasta ahora. Escrito durante la pandemia, en la primera vez en trece años que la banda estuvo aislada, viviendo en diferentes lugares de Australia, el quinteto comandado por el vocalista Dylan Frost finalmente volvió a conectar para hacer uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Su tendencia a experimentar con nuevos sonidos se mantiene en “Lekkerboy”, mientras van atravesando las sendas del psych-rock, el surf-rock y el reggae. La vibración del álbum transmite sensación de triunfo y orgullo y lo hace sin moralismos. Comparadas estas nuevas letras con las de sus anteriores trabajos, como por ejemplo las de su tercer EP, el acústico “Happy Endings” (2011), muestran una diferencia como la que hay entre la noche y el día. Si aquellas estaban impregnadas de duda y confusión, estas muestran a una banda segura de sí misma, con amor propio y autocontrol, con crecimiento personal.
Consolidados plenamente a estas alturas como una de las bandas más populares de Australia a nivel internacional, Sticky Fingers ya nos visitaron en abril 2019 para corroborarlo, en una gira que pasó por Madrid y Barcelona, agotando las entradas en ambas ciudades. Venían entonces a presentar su cuarto disco, “Yours To Keep” (2019), que culminaba una etapa de coger aire, frenar y recargar las pilas, tras el rápido ascenso a la popularidad y a lo alto de las listas que había supuesto su etapa entre 2013, cuando salió su primer LP, “Caress Your Soul” y 2016, cuando vio la luz el tercero, “Westway (The Glitter & The Slums)”, que los dejó exhaustos.