Shanghai Baby en Madrid el 20 de marzo (El Sol) y Alan Neil el 22 en Barcelona (La Nau) van a ser los teloneros que va a tener la británica Billy Nomates en los dos conciertos donde nos va a presentar su segundo disco, “CACTI”, que salió a mediados de enero. Shangai Baby es el nuevo proyecto de indie-rock de la madrileña Ade Martín, conocida por su rol de bajista en la banda Hinds, que presentará su primer trabajo en solitario, “EP01”. Por su parte, Alan Neil, con ese sonido que podría ser la mezcla de una rave en un polígono de Vallecas con la Semana Santa andaluza, pondrá sobre la mesa su segundo disco, precisamente titulado “Rave flamenca”, una coctelera son sabor a pop y tecno-quinqui, a folclóricas, al sonido mákina y a patios andaluces.
Volviendo a Nomates, decir que las primeras reacciones de los medios a su nuevo trabajo han sido muy positivas. Aquí, algunos ejemplos: “Se ha llevado su sonido característico por una vía completamente diferente, transformando aquel lugar de inestabilidad en una energía dominante que crece a pasos agigantados a medida que se reproduce el disco” (Clash, 9 / 10), “’CACTI’ es implacable, enfocado, irresistible” (Uncut, 8 / 10), “Una energía hirviente pero perseverante fluye intensamente por ‘CACTI’” (Exclaim), “Sus líneas narrativas están fracturadas, la sátira eliminada; estas canciones suenan como respuestas de estrés, impulsos de lucha o huida, cada una de ellas es una pequeña sala de pánico... No hay mucho de sentirse bien en ‘CACTI’, pero se siente exactamente como el lugar correcto para Billy” (Mojo, 8 / 10).
Billy Nomates es una joven británica (de nombre real Tor Maries) llena de desparpajo que se autodescribe como “llanera solitaria y perra tonta”. Fue en 2019 cuando un tuit de Geofff Barrow recomendando su Bandcamp la puso en órbita. Y sí, allí había canciones muy buenas, que en agosto de 2020 vieron la luz dando forma al LP homónimo de debut de esta inglesa de Leicestershire. No casualmente lo publicó Invada Records, sello propiedad de Barrow, quien la había fichado meses después de su tuit. “Billy Nomates”, el álbum, contenía temas que funcionaban como jaulas de cascabel que alertaban contra los clichés indies, el club de los hombres maduros donde solo se escucha a Eagles o cualquier rico con privilegios que cree representar a todo el mundo. Eran composiciones que se rebelaban contra el Brexit y cualquier racista. Contra los trabajos sin futuro y los contratos por horas, contra la desigualdad de género. Lo hacían con art-punk y post-punk minimalista. Canciones de desencanto y furia que había compuesto como si fueran instantáneas de su vida. “Son cien por cien reales, salvo algún cambio de nombre o licencia poética. Mi arte es mirar en el espejo y ver dónde estoy. Y que tal vez eso represente dónde está mucha gente”. Para la locutora Amy Lamé, de BBC Radio 6 Music, fue el mejor disco de 2020.
El detonante para enfocar la carrera de Billy había sido asistir a un show a principios de 2019 de Sleaford Mods. Y notar aquella fuerza. La misma que desprenden los de Billy Nomates, inspirados en aquel día y en la honestidad brutal que percibió. Ella no está en la música para agradar: “Me gusta la crudeza”, ha dicho. Y le gusta también el deseo de provocar y causar una reacción. Cualquier reacción. Otras influencias que hasta el momento habían podido escucharse en su música son el sermón retumbante de Nick Cave (sin la religión ni la jodienda), la instrumentación desajustada de Captain Beefheart y el art-rock lo-fi de Sonic Youth. Ah, y a los Stranglers, cuyos discos le ponía de pequeña su padre, músico. En noviembre de 2020 Billy apareció en el single "Mork n Mindy" de Sleaford Mods, que sirvió de adelanto del próximo disco de sus compatriotas, "Spare Ribs", que salió en enero de 2021. Y dos meses más tarde, en marzo, Billy sacó el EP de cinco canciones “Emergency Telephone”, compuesto en tiempos de pandemia y reflejo de la ansiedad provocada por estos tiempos extraños.