El dúo neerlandés Weval ha publicado el single "Open Up That Door", donde colabora el productor y vocalista británico Kilimanjaro. Se trata del cuarto adelanto de su, precisamente, también cuarto LP, "Chorophobia", que saldrá el 5 de septiembre en el sello Ninja Tune y presentarán en directo el 4 de diciembre en Barcelona (Razzmatazz 2) y al día siguiente, el 5, en Madrid (Teatro Magno). Los otros tres sencillos de ese álbum que ya han visto la luz son "Just Friends", "Dopamine" y "Free".

Sobre "Open Up That Door", Weval han comentado lo siguiente: "Fue genial cuando Kilimanjaro y su hermano visitaron nuestro estudio en Ámsterdam. No teníamos ni idea de lo que iba a salir de eso. Pero estuvo muy bien que su presencia nos hiciera salir de nuestra zona de confort".

Weval (formado por Merijn Scholte Albers y Harm Coolen), dúo procedente de Ámsterdam, cultiva un sonido que desdibuja géneros, a medio camino entre la electrónica introspectiva, el pop psicodélico y un dance atmosférico. Algo que realizan sin limitaciones autoimpuestas, intentando redescubrirse continuamente con producciones emotivas y llenas de textura, a las que dan un enfoque cinematográfico mientras fusionan la calidez analógica con un diseño sónico vanguardista. 

El resultado, una música que se adapta perfectamente al directo sin que eso signifique necesariamente que siga el libro de reglas del horario de máxima audiencia; Weval no buscan un constante "en tu cara". En vez de eso, optan por enfoques matizados y adaptan con éxito la intimidad de su cosmos sonoro a la euforia de la pista de baile, generando un flow flexible y embriagador, tanto en clubes como festivales. 

Hasta el momento han publicado cuatro EPs –"Half Age" (2013), "Easier" (2014), "Changed For The Better" (2021) y "Night Versions" (2024)- y tres discos -su debut homónimo de 2016, "The Weight" (2019) y "Remember" (2023)-, además de una veintena de singles y remezclas. En su inminente cuarto álbum, el al principio citado "Chorophobia", se adentran más que nunca en la música dance. Si bien se han pasado una década forjando un espacio fuera del mainstream del dancefloor, el descubrimiento del término "corofobia" (el miedo a bailar) les ha impulsado a reevaluar sus ideas. Y dándose cuenta de que se habían abstenido de abrazar plenamente el dance, se han propuesto dar forma a un disco más extrovertido, con más groove, con BPM más altos y con momentos que fusionan géneros que abarcan acid, funk, bass y pop psicodélico. El resultado, un álbum liberador y con aires de mixtape, que desafía la idea de lo que significa bailar, invitando a los oyentes a aceptar la incomodidad, a dejar de pensar demasiado y a encontrar la alegría en el movimiento, ya sea este incómodo o no.