Parra For Cuva (alias del productor y DJ alemán Nicolas Demuth) lleva desde 2013 aportando a la electrónica originalidad y atrevimiento. Su interacción global mezcla en la pista de baile capas de experimentación muy emocionales con paisajes étnicos, entre la melancolía y la euforia. O entre un Four Tet sin la rebaba y unos Sigur Rós más acogedores (Christian Löffler y Max Cooper también suelen ser citados cuando se le compara con otros). Su trayectoria incluye cinco álbumes “Majouré” (2015), “Darwis” (2016), “Paspatou” (2018) , “Juno” (2021) y "Mimose" (2024)-, así como una decena de EPs -el último, “Belle de nuit” (2023)- y una decena de singles -uno de ellos, “Wicked Games”, con Anna Naklab, llegó en 2014 al # 6 en las listas británicas y fue uno de los temas más buscados aquel verano en la aplicación Shazam-.
En sus grabaciones Parra For Cuva logra encajar lo largo y ancho del planeta, y lo hace explorando y agregando a su paleta nuevos instrumentos e idiomas sonoros, en una suerte de viaje planetario 360º, como es el caso de “Juno”, donde ha recurrido, entre otros, al roncoco boliviano, a un tipo de flauta india y a un dulcimer martillado de origen persa. La paradoja es que, obligado por el confinamiento prepandémico provocado por el embarazo de su pareja, todo eso lo registró en 2019 dentro de las cuatro paredes de su estudio berlinés. Esa es la idea que Parra For Cuva nos transmite, en definitiva: que sí, que en el siglo XXI es posible viajar sónicamente desde una habitación (o una pista de baile) a todas partes. En ese sentido, cabe apuntar que su penúltimo álbum, “Paspatou”, lo tituló así para homenajear al mayordomo Passepartout, el que acompaña a Phileas Fogg en las páginas del libro “La vuelta al mundo en ochenta días” de Julio Verne.