La rockera arty londinense Anna Calvi, con tan solo un solo single en la calle, “Jezebel”, canción popularizada en la década de los cincuenta del pasado siglo por Édith Piaf, ya recibía los halagos de Brian Eno (dijo sobre ella en una entrevista que era “la cosa más grande desde Patti Smith”; palabras mayores) y giraba con Grinderman. También había captado la atención de Bill Ryder-Jones, el entonces guitarrista de The Coral, que insistió al prestigioso sello Domino para que la ficharan. Lo hicieron y ahí sigue. Poco después llegó su debut largo homónimo, cuya convulsión interna, de una intensidad chamánica, sedujo tanto a la BBC que la situó como una de las referencias de 2011. Antes, en 2009, había colgado en YouTube versiones suyas de Elvis Presley, David Bowie, Leonard Cohen y TV On The Radio que hicieron mucho ruido. Tanto que las comparaciones mayestáticas -”la nueva PJ Harvey” fue el alias generalizado que empezó a correr como la pólvora- empezaron a lloverle. En octubre de 2013 volvió a la carga con su segundo disco, “One Breath”, aún más personal que su antecesor, que llegó al #32 en el Reino Unido y al 30 en Estados Unidos (ahí, en la lista de talentos emergentes). Obra reflexiva y vulnerable, a medio camino entre el optimismo y la desesperación, la belleza y su ausencia, que mantiene la fiereza de su debut largo, pero con mayor urgencia y un más amplio espectro de texturas y emociones. En palabras de la propia Calvi, “suena como ese momento justo antes de abrirte al exterior y sincerarte con los demás, y a lo muy aterrorizante que eso es. Da miedo, pero está lleno de esperanza, porque lo que vaya a pasarte es algo que aún no te ha pasado”. Desde entonces ha publicado dos EPs, “Strange Weather”, en julio de 2014, y “Live For Burberry” en febrero de 2017, y en agosto de 2018 su tercer LP, “Hunter”, su tercer LP, producido por Nick Launay (Nick Cave, Grinderman) y grabado en los Konk Studios de Londres, con alguna producción adicional en Los Ángeles y con la banda habitual de Anna Calvi -Mally Harpaz en varios instrumentos y Alex Thomas en la batería-, más la aportación adicional de Adrian Utley de Portishead en los teclados y Martyn Casey de The Bad Seeds en el bajo. “Hunter” despide espide una nueva crudeza en su música, una energía primigenia en la que Calvi empuja los límites de su guitarra y su voz más allá de lo que ha grabado hasta ahora. Se manifiesta como una especie de catarsis, una oportunidad para su autora de ser más sincera que nunca, un trabajo visceral que explora la sexualidad y la ruptura de normas y convenciones de género. Cabe recordar también que Calvi ha sido la encargada de realizar la banda sonora original de la quinta temporada de la serie “Peaky Blinders”, que se estrenó en Netflix en octubre de 2019.