YPNOSI, la nueva y efervescente banda de rock barcelonesa, celebrará por todo lo alto la llegada del nuevo año el 4 de enero en la barcelonesa sala Sidecar. Lo harán con un concierto súper festivo, al galope de su psycho-funk ingenioso. Las entradas ya están a la venta. Esta actuación sucede a la que dieron el 5 de noviembre en Laut, otro recinto de la capital catalana, que se saldó con un “sold out”. Van lanzados. El mismo día de su concierto en Laut publicaron el primer sencillo de adelanto de su primer disco, la canción “Winkie”. Y en breve verán la luz dos temas más de ese disco, el primero de ellos titulado "Rubén".

YPNOSI es una formación poco convencional. Tanto que califican lo que hacen como post pandemic psycho-funk. Entiéndase por ello un rock que evita lo previsible y no se centra en ningún estilo concreto, sino que construye su edificio sonoro a partir de toda la música que sus componentes han ido mamando a lo largo de su vida (siendo sus principales influencias The Beach Boys, Red Hot Chili Peppers, el rock nacional...). El resultado es una música efervescente y disconforme con la del presente, con la que no se sienten representados, un sentimiento outsider que les lleva a crear canciones de apariencia cremosa y compleja, que hipnotizan al oyente tanto instrumentalmente -con desarrollos sin domesticar que van sorprendiendo en cada giro de esquina- como con el ingenio y el filo de sus letras (cantadas en castellano, catalán e inglés), de apariencia divertida, pero encerrando un mensaje. Cabe destacar también sus directos, con un alto porcentaje de performance, que los convierte en una especie de obra de teatro, en un espectáculo.

Sus cuatro componentes, todos nacidos en Barcelona en 2002, son Oriol Valls (voz), Pol Ortega (bajo), Mateu Alonso (guitarra) y Leo Billy Smith (batería). La creación de YPNOSI empezó a gestarse hace dos años, cuando Mateu y Pol coincidieron en un grupo de versiones. Cuenta la leyenda que era una formación liderada por una joven que a ambos atraía y no solo por cuestiones musicales. Pero tras cada ensayo con aquella cover band llegaban las dudas, y Mateu y Pol fantaseaban sobre montar un grupo donde realmente tocar la música que les gustaba de verdad. La oportunidad se les presentó cuando la líder del grupo decidió probar a un segundo guitarrista, para así aportar complejidad a sus versiones. Mateu y Pol asistieron a aquella prueba y fue allí cuando conocieron a Oriol. Unas cervezas después, los tres acordaron decir adiós al grupo de versiones y comenzar su propia banda: aquel segundo guitarrista sería el cantante.

Solo faltaba encontrar un batería para cerrar el círculo. Varios candidatos se descartaron, al no entender la filosofía del sonido que perseguían. Hasta que una maqueta de ese sonido llegó a manos de Leo Billy Smith, un batería exótico, que conectó con la idea. Un ensayo de prueba bastó para ver la luz. El batería venía además con un plus: "Daddy Funk" (Luc Suárez), su padre, productor musical que ha compuesto y producido la banda sonora de más de cuarenta largometrajes de ficción y documentales.