La estadounidense Joan Baez y el británico Joe Jackson actuarán en la próxima edición del Heineken Jazzaldia de San Sebastián, que este año celebra su 54ª edición. Baez lo hará el 24 de julio en el Escenario Verde, mientras que Jackson ofrecerá su música al día siguiente, el 25, en el Auditorio Kursaal. Hablar de Joan Baez y Joe Jackson es hacerlo de dos nombres con un poso histórico mayúsculo en la música de las últimas décadas. Vamos a repasarlo.
Empezaremos por Joan Baez, legendaria cantautora que llevará a San Sebastián (como también hará el 25 de julio en el Festival Jardins Terramar de Sitges) su Fare Thee Well Tour... 2019, la gira internacional con que está despidiéndose de los escenarios. De nombre completo Joan Chandos Baez, la estadounidense es un icono global del folk desde la década de los sesenta del siglo pasado. Con su aguda voz de soprano, dramática, penetrante, despegó en el Newport Folk Festival de 1959, un año antes de publicar su álbum homónimo. En 1961, con su sucesor, “Joan Baez, Vol.2”, y en 1962, con el tercer LP, “Joan Baez In Concert, Pt. 1”, completó la trilogía que de salida la situó en el podio del género, en una versión enfocada a causas sociales y canciones de protesta. Época lejana la que referimos, de cuando la guerra del Vietnam y los derechos civiles, época convulsa en sus Estados Unidos (nació en Nueva York el 9 de enero de 1941). Época en la que empezó a encabezar festivales y eventos, siempre bajo los focos, como en la marcha de Washington de agosto de 1963, sin parar de sumar discos de oro.
Baez fue adaptándose a los cambios del entorno (la British Invasion, la electrificación de Bob Dylan, con quien levantó puentes artísticos y personales) añadiendo instrumentación a su música de trovadora recta y estricta, inicialmente ceñida solo a la guitarra acústica como compañera de su canto, con álbumes que ya en 1966, “Noël”, y 1967, “Joan”, admitían gustosamente las orquestaciones. Fueron llegando los giros estilísticos hacia el country y el pop, con obras emblemáticas en el momento como “One Day At A Time!” (1970) y “Come From The Shadows” (1972), y fue progresivamente alejándose de las versiones de material ajeno y potenciando el propio. Desde entonces no ha dejado de ser una referencia no solo del folk, sino de cierto tipo de canción concienciada que se resiste a declinar. Con aciertos discográficos importantes en cada década: “Diamonds & Rust” (1975), “Recently” (1988), “Gone From Danger” (1997), “Bowery Songs” (2005) o el reciente “Whistle Down The Wind” (2018), donde muestra su deseo de contemporaneidad, con Joe Henry como productor y versiones de ANOHNI y Josh Ritter.
Por su parte, Joe Jackson, de nombre real David Ian Jackson, es una especie de versión actual de George Gerswhin. Lo viene siendo desde finales de la década de los setenta, que se dice pronto. Con un pie en la música popular y el otro en el reino de la clásica, Jackson puede considerarse uno de los tres grandes exquisitos de la new wave, junto a Elvis Costello y David Byrne, que también se dice pronto. Los tres continúan tan relevantes ayer como hoy. Ecléctico y camaleónico, Joe Jackson siempre ha destacado por su imaginación musical, que le ha hecho saltar de géneros desde su aparición en escena, allá por 1979: reggae, jump-blues, salsa, rhytm'n'blues, contemporánea... Desde entonces ha publicado veinte álbumes de estudio -el último de ellos, “Fool”, en enero de este año, donde explora la comedia, la tragedia, la alineación, la pérdida, la amistad y la risa- y ha sido nominado a los premios Grammy en cinco ocasiones. El citado “Fool” demuestra que estamos hablando de un clásico en plenísima forma. Dos ejemplos: “No es un broma, 'Fool' puede situarse entre los mejores de las juiciosa carrera de Jackson y esa es una recomendación muy sólida por sí misma” (Glide Magazine), “'Fool' muestra que Joe está muy lejos de ser alguien que ya ha sido. Al contrario, es lo suficientemente bueno que nos sugiere que lo mejor de su trayectoria está aún por llegar” (American Songwriter). Hasta el momento ha entrado en el número 25 de los charts estadounidenses, en el 11 de Alemania, el 13 de Holanda, el 15 de Bélgica y el 16 de Suiza.